“Acaba de trasladar su sede a un importante y valioso edificio la Compañía de Seguros «La Nacional», prestigiosa entidad que desde 1904 presta apreciables servicios dentro de su ramo y contribuye eficientemente al progreso del país. Su primer local, al iniciarse sus labores hace casi medio siglo bajo la presidencia de don Antero Aspillaga y la gerencia de don Germán Porras, estaba ubicado en la Calle Jesús Nazareno.

El edificio recién inaugurado es una gran estructura de 9 pisos, que reúne no sólo las amplias y elegantes oficinas de la sede central de la entidad propietaria, sino también lujosos almacenes. Los pisos altos están dedicados, en una parte, a departamentos muy confortables, dotados de los últimos adelantos, y, en la otra, a espaciosas oficinas. Su ubicación central, en la esquina de las calles Minería y La Pelota y la generosidad con que se han escogido los materiales, equipos e instalaciones de obra, le dan un altísimo valor, constituyendo un exponente del estado de progreso que ha alcanzado la firma.

La Compañía cubre todos los riesgos de seguros y en particular los siguientes: vida, fianzas, incendio, terremoto, lucro cesante, conmociones civiles, robo de automóviles, accidentes personales, marítimos, del trabajo, de automóviles y de transporte aéreo y terrestre. Su capital es de S/. 4’000,000.00 y sus Reservas de S/. 9’041,994.71, lo que da un total de S/. 13’041,994.71.

En la actualidad preside el Directorio el Sr. Francisco Echenique y lo integran los señores Alfredo Rey, Jorge Foro, José A. de Lavalle, Augusto Maurer, Manuel Montero Bernales, Alberto. Isola, Virgilio Rubini y Oscar Berckemeyer. Desempeñan con acierto la Gerencia el Sr. Enrique Magán R. y la Sub-Gerencia el Sr. Juan Cueva Seminario.

Ilustramos esta información con planos del edificio y vistas interiores de algunas de las secciones principales de esta importante firma aseguradora. Cubre el edificio 2,488 m2., siendo el área edificada 16,500 m2.

El arquitecto de la obra ha sido el Sr. Enrique Seoane Ros a quien ha secundado en la decoración de las oficinas de la Compañía el artista Reinaldo Luza. La construcción ha corrido a cargo de la firma Gramonvel Ingenieros S.A.”

Fuente: REVISTA: Edificio de la Compañía de Seguros «La Nacional». (1949). El Arquitecto Peruano, 141, 22

“Este edificio de nueve niveles fue diseñado en un emplazamiento dentro del casco antiguo de Lima, y con el devenir de los tiempos ambas calles en esquina (Emancipación y Camaná) han sido ampliadas. Es importante por ello entender que el volumen del edificio en su primer nivel, el destinado a tiendas, tenía la altura del primer piso de las construcciones vecinas, y remataba en una cornisa y balaustrada. Luego el plomo del edificio se retiraba a partir del segundo piso. En las fotografías antiguas se puede apreciar esto e ilustran el criterio de diseño de Seoane en ese entonces, lo que ahora ya no se aprecia.

El acceso a las oficinas de la compañía a través de una portada original con reminiscencias neocoloniales nos lleva al gran salón de empleados y de atención al público, el cual tiene una gran amplitud y una farola a base de bloques de vidrio y viguetas con forma curva. El gran ambiente se completa con arcos mixtilíneos o neomudejares, algunos de los cuales contienen una celosía de madera de finísimo diseño. Las oficinas de gerencia y ejecutivos de la compañía se resuelven en el primer nivel y en el mezzanine con un balcón hacia el gran salón.

El edificio tiene accesos diferenciados para los departamentos de viviendas y para las oficinas; sin embargo a través de los años la mayoría de viviendas han ido cambiando de uso por el de oficinas.

En este edificio Seoane demuestra que su diseño de distribución y función se somete a la forma del volumen que quiere lograr, sin que por esto adopte soluciones malas o inadecuadas a la función. Un ejemplo de lo antedicho es el escoger un tipo de departamentos diferentes en los últimos niveles, que le permitan una solución que le dé un remate formal al volumen dentro de su idea rectora. De igual manera las oficinas tienen una expresión igual en fachada a la de las viviendas, aunque son pocas en el frente; este criterio prima sobre el racionalista a fin de mantener unidad de la expresión.

Las columnas se encuentran retiradas de los frentes en el primer piso, lo que permite mayor libertad al no tener la estructura a plomo de las fachadas y además posibilita los retiros del volumen a partir del segundo nivel y en el octavo y noveno nivel.

Una escalera es una variante en su concepción de la utilizada en el edificio Tacna-Nazarenas, y la otra una variante circular de la usada en el edificio Wilson.»

Fuente: LIBRO: Bentín Diez Canseco, J. (1989). ENRIQUE SEOANE ROS: Una búsqueda de raíces peruanas (p. 163). Lima: Índice Editores Asociados