“Este edificio de departamentos, en una de las más exclusivas zonas residenciales de San Isidro, está situado frente a un parque, el que indudablemente realza aún más su elegante fisonomía. El edificio, de tres pisos típicos y un sótano, es una buena ilustración de los excelentes resultados que se pueden lograr utilizando al máximo las ventajas que el sitio ofrece, y un bien balanceado juego de materiales, texturas y colores. 

Una excelente distribución interior permite a todos los departamentos tener vista al exterior, dándosele así a todos igual categoría. Los volúmenes que comprenden cada departamento han sido cuidadosamente separados para conseguir así una mejor definición y separación y si bien en planta esto parece traer consigo una confusión, el resultado volumétrico es por demás agradable.

El área total del terreno es de 900 metros cuadrados, de los cuales se han edificado 450. En cada piso típico hay tres departamentos de aproximadamente 130 metros cuadrados cada uno. Los 9 garajes están situados en el sótano.

La calidad de los materiales empleados y la prolijidad en la terminación contribuyen a dar al edificio un aire de sobria elegancia. El diseño es simple, totalmente rectilíneo. El exterior es revestido por grandes ventanales de cristales y paneles de vidrio negro que resaltan nítidamente sobre las paredes de color gris claro.

Es una sorpresa agradable el encontrar este edificio sencillo y claro en su concepto y expresión, en medio de una zona que se está poblando rápidamente con una gran variedad de residencias y edificios de renta, muchos de los cuales están en abierta pugna con la época, el medio ambiente y hasta con algunos de los conceptos básicos del diseño arquitectónico contemporáneo.”

Fuente: REVISTA: Edificio de Departamentos en Santa Cruz. (1958). El Arquitecto Peruano,  249-250-251, 45