- VISTA GENERAL
REVISTA: Colegio y Convento de Santa María Goretti en la Victoria. (1958). El Arquitecto Peruano, 246-247-248 , 25-28 - VISTA PATIO
REVISTA: Colegio y Convento de Santa María Goretti en la Victoria. (1958). El Arquitecto Peruano, 246-247-248 , 25-28 - VISTA INTERIOR
REVISTA: Colegio y Convento de Santa María Goretti en la Victoria. (1958). El Arquitecto Peruano, 246-247-248 , 25-28 - VISTA A SALAS
REVISTA: Colegio y Convento de Santa María Goretti en la Victoria. (1958). El Arquitecto Peruano, 246-247-248 , 25-28 - VISTA ESCALERA
REVISTA: Colegio y Convento de Santa María Goretti en la Victoria. (1958). El Arquitecto Peruano, 246-247-248 , 25-28
1956 - 1958
“Las Revds. Madres Franciscanas, de la provincia de Bamberga, fueron invitadas por la Municipalidad de La Victoria a radicarse en su jurisdicción, para dedicar sus servicios, probados en largos años de años de meritoso trabajo en Oxapampa, Ñaña y otros lugares de la República, a este distrito densamente poblado, que para cada clase de labor cristiana y pedagógica ofrece un amplio radio de acción. La comuna por eso ponía a disposición de la congregación franciscana un terreno de unos 4,600 metros cuadrados, muy céntricamente situado, aunque estrechamente cortado.
El programa de construcción que en este momento ha sido realizado en un cincuenta por ciento, preveía la instalación completa de un Colegio Técnico para mujeres, con sus secciones Kindergarten, Primaria y Media, incluía además un pequeño Internado, un Comedor escolar para internas y medio internas y remataba, finalmente, con un convento para 20 madres, una iglesia de medianas proporciones, una sala para actuaciones y reuniones parroquiales, un grupo de salones para trabajos de índole social y un departamento para el capellán. La Iglesia, que debería conceptuarse a la vez para el servicio de la vecindad, tenía que ocupar la esquina Noreste del terreno que afrenta una plaza.
Para financiar la parte hasta ahora realizada del proyecto total no había al comienzo más medios que los sumamente restringidos de la congregación, los que en lo sucesivo aumentaron por la benévola deferencia de parte de las autoridades que contribuyeron con ciertos materiales de construcción y dispensaron el pago de licencias, etc. De gran ayuda fue el loable altruismo de un grupo de auxiliadores particulares que reconocían la importancia que la creación de un bien ideado centro de labor y actividad cristiana significarían precisamente para el ambiente urbano elegido.
El trabajo de proyectista y constructor tenia así lógicamente que concentrarse a un plano y una realización estrictamente racionales en la cual las posibles cualidades arquitectónicas — de por sí sumamente deseables para el éxito del futuro trabajo —no podían adquirirse con materiales de construcción valiosos o con arreglos y añadiduras decorativas, sino solamente con el uso meditado de los cuerpos, los planos y volúmenes abiertos que de una estricta traducción del programa resultaban. Los detalles técnicos, estudiados y amoldados al grado de desgaste que el funcionamiento de una escuela motiva, tenían en cada caso a someterse a la rigurosa prueba de su costo, para conseguir que el precio total de la realización no sobrepasara la cifra pre-establecida de S/. 800.00 para el metro cuadrado de área techada. El colegio se entregó en ocho meses e inició su labor pedagógica en el mes de abril de 1957.
Para separar orgánicamente la escuela, el internado y el comedor escolar del distrito clausurado de las madres, se subdividió el largo y estrecho terreno, diferenciando las desiguales funciones, con la introducción de un cuerpo divisorio y se instaló en este cuerpo de construcción aquellos ambientes que requerían un lógico contacto directo. Teniendo en cuenta la ruidosa y congestionada vecindad, parecía natural prever que un máximo de ventanas de las clases y el total de los dormitorios diesen sobre los más tranquilos espacios de las áreas libres del interior, áreas que, cuando se las compara con la densa edificación del barrio, se presentan amplias y proporcionadas.”
Fuente: Colegio y Convento de Santa María Goretti en La Victoria. (1958). El Arquitecto Peruano, 246-247-248 , 25-28
“El conjunto se desarrolla en torno a patios, conformado por volúmenes lineales de una crujía lo que permite definir el perímetro. Así mismo el escalonamiento volumétrico mostrado, permite identificar claramente las funciones que se realizan en su interior.”
Fuente: POST EN BLOG: FAUA-UNI y Fundación Ford. (2012, Enero 11). 4988 Colegio y Convento Santa María Goretti [Entrada de blog]. Recuperado desde http://arquitecturacontemporanealima.blogspot.pe/search?q=GORETTI