- VISTA FACHADA PRINCIPAL
REVISTA: Edificio La Vitalicia. (1966). El Arquitecto Peruano, 343-344, 26-31 - VISTA LATERAL DEL EDIFICIO
REVISTA: Edificio La Vitalicia. (1966). El Arquitecto Peruano, 343-344, 26-31 - VISTA ELEVACIÓN OESTE
REVISTA: Edificio La Vitalicia. (1966). El Arquitecto Peruano, 343-344, 26-31 - VISTA DESDE EL NOROESTE
REVISTA: Edificio La Vitalicia. (1966). El Arquitecto Peruano, 343-344, 26-31 - VISTA DESDE EL SURESTE
REVISTA: Edificio La Vitalicia. (1966). El Arquitecto Peruano, 343-344, 26-31 - VISTA DE SECRETARÍA GENERAL
REVISTA: Edificio La Vitalicia. (1966). El Arquitecto Peruano, 343-344, 26-31 - VISTA DE SECCIÓN TÉCNICA
REVISTA: Edificio La Vitalicia. (1966). El Arquitecto Peruano, 343-344, 26-31 - VISTA DE OFICINA
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REVISTA: Edificio La Vitalicia. (1966). El Arquitecto Peruano, 343-344, 26-31
EDIFICIO LA VITALICIA
1966
1966
IDENTIDAD
DESCRIPCIÓN
EVALUACIÓN
NOMBRE ACTUAL:
Edificio La Vitalicia
PROPIETARIO:
Institución Privada
DIRECCIÓN:
DISTRITO:
Miraflores
CIUDAD:
Lima
LINK A GOOGLE MAPS:
ÁREA DEL TERRENO:
973 m2
ÁREA CONSTRUIDA:
3,783.8 m2
ARQUITECTO(S):
AÑO(S):
1966
FILIACIÓN CULTURAL:
Moderno
USO:
Institucional
ESTADO DE PROTECCIÓN:
No cuenta con estado de protección
“Una de las metas principales que trataron de alcanzar por medio del diseño de este edificio de ocho pisos fue la de la mayor flexibilidad y adaptabilidad posibles para los pisos típicos de oficinas, dentro de Ias áreas máximas que resultan de la aplicación del vigente Reglamento de Construcción.
Con tal propósito en mente, se excluyó del área rentable la mayor cantidad posible de servicios comunes (escalera principal, servicios higiénicos de damas y caballeros, incinerador con cuarto de limpieza), asignándoseles un bloque propio y definido, claramente separado del volumen principal por la caja de escalera.
De esta manera, quedaron casi completamente despejados los pisos por alquilarse, quedando en ellos solamente la caja de ascensores con la escalera de escape, bien iluminada, ventilada y accesible, adosada a la misma. Para obtener una mayor adaptabilidad, se previeron además dos ductos de ventilación, agua y desagüe, que ofrecen a los inquilinos la posibilidad de hacerse instalar hasta cuatro, o más baños particulares por piso, considerándose los ductos como simples columnas ensanchadas, en caso de no utilizárseles en uno u otro de los pisos.
El destacamiento de los servicios del volumen de oficinas, ha permitido asimismo un tratamiento satisfactoriamente diverso de la fenestración de ambos elementos, "acusándose" de esta manera no solamente la estructura, sino también la función, de los mismos.
Quedando las elevaciones Este y Oeste sobre todo, más expuestas a las irradiaciones solares, fueron dotadas de tabiques de ladrillo calcáreo "cara vista", casi completamente cerrados, los mismos que, por quedar entre voladizos y en sabia previsión de temblores, fueron armados interiormente con alambres verticales, sistema cuya bondad quedó ampliamente demostrada durante el último sismo.
Las dos elevaciones restantes del bloque principal fueron abiertas a la luz por medio de grandes ventanales, al estudio de cuya modulación se dedicó especial cuidado, lográndose: a) diseñar un encuentro "universal" satisfactorio de los futuros tabiques con los parantes verticales de los ventanales, b) conseguir que, cualquiera que fuese la subdivisión del piso, toda oficina gozase de una ventana abrible y de uno de los registros especialmente previstos debajo del alféizar, para aparato de aire acondicionado considerándose que la oficina mínima tuviese un ancho de 3 modulos, o 2.70 apr. y c) que todas las ventanas podrán ser lavadas desde el interior. Los alféizares fueron revestidos con planchas rasuradas de hierro esmaltado de manufactura nacional, las mismas que, hasta la fecha, han dado un resultado satisfactorio.
Durante ya varios meses de funcionamiento, el diseño y la construcción del inmueble han demostrado su valor (la última durante el más reciente terremoto), inclusive aquellos truquitos especiales, como por ejemplo las "troneras" para aparatos de aire acondicionado, previstas para evitar el usual acribillamiento descontrolado y obstruidor de ventanas de nuestras últimas fachadas limeñas, y el nicho corrido con iluminación indirecta encima del primer piso, para recibir letreros. El que ciertos inquilinos, a pesar de todo, instalen acondicionadores oxidados o inaparentes y fuera de sitio, y otros, letreros fuera de plomo, debería ser también cosa del arquitecto, lo sabemos, pero no siempre lo es.
Por último, es necesario y justo anotar aquí, que el resultado del diseño general, de expresa satisfacción para el cliente, se debe en parte muy grande a él mismo, a su claridad de concepto, rapidez de decisión y confianza depositada en el equipo de diseño, conducentes a un óptimo "clima de trabajo", tan beneficioso para ambas partes, pero, como sabemos, sólo pocas veces logrado.”
Fuente: REVISTA: Edificio La Vitalicia. (1966). El Arquitecto Peruano, 343-344, 29-31
USO ACTUAL:
Oficinas
ESTADO DE CONSERVACIÓN:
Bueno
INTERVENCIONES:
Modificación
SISTEMA ESTRUCTURAL:
pórticos
AMENAZA DE DESTRUCCIÓN:
No