- VISTA PARCIAL DEL EDIFICIO
LIBRO: Gutiérrez, R. (2002). Héctor Velarde. Lima: Editora Argentina - PLANTA PRIMER PISO
LIBRO: Gutiérrez, R. (2002). Héctor Velarde. Lima: Editora Argentina - PLANTA SEGUNDO PISO
LIBRO: Gutiérrez, R. (2002). Héctor Velarde. Lima: Editora Argentina
1941
“La firma Reiser & Co.; Curioni S.A. ha inaugurado en los últimos días del mes de junio, su moderno y elegante edificio, de líneas puras e impecables y ha puesto al servicio de su vasta clientela sus amplios almacenes, diseñados con todo confort y que presentan una magnífica exposición de sus existencias de mercaderías.
Al instalarse en su nuevo edificio los Sres. Reiser & Curioni S.A. han estudiado cuidadosamente una nueva organización para la preparación y envío de los pedidos que reciben de sus clientes de toda la República, con sistemas completamente modernos y eficientes, que aseguran una atención rápida y esmerada.
Este edificio, de serena belleza y noble por la calidad de los materiales empleados en él -en su mayor parte de producción nacional- viene a enriquecer la estética urbana de Lima y a dar a nuestra primera ciudad un título más de magnificencia y esplendor.
Es incuestionable que la nueva construcción destaca a esta casa que actúa en nuestro medio comercial como importadora y exportadora y tiene a la vez la representación de notables firmas extranjeras, habiendo trabajado desde su iniciación por el desenvolvimiento de la economía nacional y de todas las actividades vivas del País.
La Sociedad se inició en nuestro país el año 1908 con la razón social Costanzo Reiser & Co., que fue fundada por los Señores Costanzo Reiser y Piero Curioni, dedicándose al ramo de representaciones de casas europeas. Más tarde, en 1918 amplió la firma de actividades, encauzándolas también hacia la importación de artículos europeos y norteamericanos e iniciando su intercambio con los productos de exportación peruanos. En 1938 se transformó en la actual Sociedad Anónima.
Desde hace más de 10 años la firma se dedica a la intensificación de negocios con la industria nacional, tomando acuerdos con las fábricas locales para la producción de artículos muy similares a los que se importaban de los mercados extranjeros y a la creación de tejidos especiales que, por la perfección adquirida por la manufactura nacional, sustituyen ventajosamente a los artículos de importación.
El Concejo Provincial de Lima, como justo premio al esfuerzo desplegado por la firma Reiser & Co.; Curioni S.A., le acordó una Medalla de Oro que le fue entregada en la sesión solemne del 28 de julio último.”
Fuente: REVISTA: El Edificio Reiser y Curioni S.A. (1942). El Arquitecto Peruano, 61
“Si alguna duda cabía sobre la preocupación contextual de Velarde con relación a sus edificios, es claro que esta obra realizada simultáneamente con la anterior, adquiere, aún dentro del lenguaje y premisas de la modernidad, una opción diferente.
Realizada en el Jirón Junín 330, dentro del centro histórico de Lima, esta obra cuenta con la colaboración específica del ingeniero Alberto Alexander. Su diseño y construcción en 1941 evidencian la amplia gama de alternativas que Velarde ejercitaba en ese momento de culminación de su eclecticismo arquitectónico. La academicista Casa Gibson, el racionalista Casino de Ancón, la neocolonial Universidad de Arequipa, el indigenista Santuario de Santa Rosa y esta obra muestran a las claras, en esos años que van entre 1939 y 1942, las múltiples facetas y lenguajes de nuestro arquitecto.
El edificio comercial de la firma fundada por Constanzo Reiser y Piero Curioni en 1908, se realiza en la etapa de sustitución de importaciones forzada por la Segunda Guerra Mundial y en la que la empresa formaba parte de una cadena de incipiente industria nacional. El edificio enfrenta a Velarde con un programa arquitectónico y un contexto diferentes a lo habitual. Si bien no es la obra más grande que emprende en cuanto a superficie cubierta, su localización en un área de densa ocupación y en un terreno acotado lo Ileva a un partido de altura.
Una primera verificación es que Velarde no recurre a consolidar una relación física con el contexto. Ni la altura, que supera claramente las edificaciones adyacentes, ni el lenguaje adoptado hacen concesiones a una visión de integración historicista. Por otra parte, retrocede en la localización de la fachada (no tengo conocimiento si ese ensanche es fruto de una ordenanza municipal en vigencia) y plantea una propuesta rotundamente innovadora. Quizás sea contradictoria —con su discurso de la verdad arquitectónica— la operación de maquillaje que Velarde ensaya al ofrecer dos cuerpos de gran envergadura al exterior, que en realidad encubren cuatro pisos interiores.
La opción por un cierto orden monumental, propio de los grandes edificios financieros, se acusa aquí con fuertes pilastrones que soportan un reducido capitel virtual. Si la asociación con el lenguaje académico es casi directa, no podemos menos que señalar que el sistema de pilastras recedido y el encuadre geométrico de los dinteles ubica a este edificio en una línea muy próxima al art déco, es decir, en una transición entre lo académico y lo modernista.
De lo académico quedan también el amplio zócalo de materiales "nobles" que engloba la portada de acceso, las rejas y la fenestración vertical, aunque las dimensiones de las aberturas sean notoriamente modernas en sus proporciones. También los cuerpos de cornisamento nos aproximan al lenguaje clasicista.
De lo moderno se destaca el ejercicio prepotente de la volumetría, la localización funcionalista en el terreno (frente retirado, acceso lateral para vehículos con la consiguiente separación de la medianera, entre otros), la tecnología de la plataforma giratoria "tornamesa" para la colocación de los automóviles en el garaje y la doble fachada con diverso lenguaje entre la principal y la del interior, que evidencia el maquillaje propio de la imagen corporativa.
La coherencia entre la fachada principal y el gran espacio de recepción y distribución, con sus escaleras y ascensor, ayuda a entender esta doble respuesta formal entre los espacios públicos y las oficinas. Particular mención cabe hacer de la interesante solución de ventanas cuadradas del contrafrente, no solo desde el punto de vista plástico sino también tecnológico, pues sus carpinterías metálicas fueron realizadas en el Perú por los talleres SIAM.”
Fuente: LIBRO: GUTIÉRREZ, R. (2002). Héctor Velarde. Lima: Editora Argentina
“La edificación comercial de 2 pisos de altura, tiene un amplio espacio central (gran hall) en el primer nivel. El edificio es racionalista, aunque la composición de la fachada corresponde a conceptos académicos.”
Fuente: POST EN BLOG: FAUA-UNI y Fundación Ford. (2012, Enero 11). 4834 Edificio Reiser y Curioni [Entrada de blog]. Recuperado desde http://arquitecturacontemporanealima.blogspot.pe/search?q=reiser